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Vamos a surgir

“Vamos a sufrir siempre discriminación, pero poco a poco yo creo que vamos a surgir”, contó la boliviana Rosa Jalja, una aimara de 68 años, sobre las palabras que le dijo una vez su abuelo y que han sido su motivación para estudiar y desarrollar sus pasiones, la radio, el cine, y dar voz a las mujeres indígenas que sufren violencia.

De pequeña tuvo que dejar su comunidad Sampaya con su familia y establecerse en La Paz, donde con solo 13 años trabajó como empleada doméstica, allí cuando veía los ojos claros de los hijos de su madrina ellos le gritaban “india cochina”, recordó.

Ahora vive en Copacabana donde trabaja en una radio junto a su esposo para informar sobre la coyuntura del país, pero también para dar un espacio a las mujeres para denunciar casos de violencia tanto en castellano como en aimara, asimismo, es una ferviente defensora del lago Titicaca, el navegable compartido con Perú.

Ella prepara su primera película y tiene el deseo de ser asambleísta, pero le dicen que “ya es muy mayorcita”, a pesar de ello, se alegra de ver a mujeres indígenas en el Parlamento haciendo escuchar las necesidades de los pueblos.

“Mi papá no sabe leer ni escribir, mi mamá no sabe leer ni escribir, mi abuelo tampoco, casi toda la familia, entonces como hija, como nieta, creo que he sido el orgullo de mi familia, eso creo que es lo que más me ha apoyado”, expresó Jalja.

Jalja destacó el avance en Bolivia para erradicar el analfabetismo en los pueblos y que cada vez hay más “ímpetu” en las mujeres para liderar sus comunidades.

Panorama Internacional

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2021-10-25T07:00:00.0000000Z

2021-10-25T07:00:00.0000000Z

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