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Un ícono masculino

Si bien los bailes caracterizaron a Chayanne en sus primeros discos y propuestas escénicas, el lanzamiento de “Provócame”, en 1992, marcó un nuevo “boom” generacional para el boricua, al mostrarse con un cambio de look apegado a las tendencias anglosajonas y jugando con un leguaje más sugestivo y erótico, atrayendo así a un público femenino más adulto que celebró las coreografías sensuales del cantante y una vestimenta más atrevida, que también develó a un Chayanne apasionado por la salud física y un cuidado atlético popular en la década del 90 muy al estilo del “sex-symbol” masculino.

Dos años después, en 1994, Chayanne se dispuso a no encasillarse solo en el baile y el ritmo caribeño al estrenar “Influencias”, en donde rindió tributo a estrellas como José José, Camilo Sesto, Juan Gabriel, Roberto Carlos, Sandro y Rubén Blades, por ejemplo, para demostrar que su voz podía jugar con diferentes rangos y emotividades.

La versatilidad de Chayanne permitió que las disqueras apostaran por lanzamientos consecutivos, no dejando pasar más de dos años para producciones inéditas con éxitos como “Sólo traigo mi ritmo”, “Guajira” y

“Entre mis recuerdos”, sin embargo, la llegada de “Atado a tu amor”, abrió las puertas en Europa con giras en español, que reforzaron la “Chayannemanía” con los éxitos “Salomé” y “Lo dejaría todo”.

El furor por el boricua lo llevó nuevamente al cine, y si bien Chayanne ya había participado en la pantalla en novelas juveniles como “Generaciones”, “Tormento” (con Carlos Vives) y “Volver a empezar” (con Yuri), su voz y destreza dancística cautivó a la producción de la película “Dance with Me”, que protagonizó con Vanessa Williams en la meca de Hollywood, en 1998.

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2022-06-28T07:00:00.0000000Z

2022-06-28T07:00:00.0000000Z

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